si el destino lleva todos esos retazos de esplendor.
Si te convertirás en un azul dragón,
nadie puede saberlo.
Y es allí donde radica esta noble sensación.
Todos tus deseos, tus sueños, la fantástica electricidad,
que recorrió alguna vez tu cuerpo,
hoy vuelven a la tierra, que se abre al medio,
mientras los relámpagos anticipan devastadores truenos.
Si al elevarte nos has elevado también contigo,
si al cantar a viva voz nos has cantado al oído.
Si has muerto en apariencia o sólo estás dormido.
Si todos los sonidos pudieran volver a representarte en el vacío.
Las lágrimas lavan esta lluvia gris, en tu ciudad furiosa.
El cielo se tensa de estaticidad perpetua
mientras las sombras que han quedado en el camino
se retuercen una y otra vez sin cesar
Hay seres de luz que poseen la llama eterna,
que nos regalan un poco de su sublimada esencia
para recordarnos una emoción, un silencio, una tarde y un comienzo.
La finitud de la vida
A GC
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